
La sospechosa inteligencia humana
El médico y criminalista italiano Cesare Lombroso afirma en su libro Genio y locura (1864) que existe una relación entre genialidad y locura. Algunos investigadores se opusieron a esta tesis y se esforzaron por determinar los factores responsables de la inteligencia para intentar medirlos después.
El resultado de estos estudios fue el CI, el llamado «cociente intelectual», que parte de un valor promedio de 100, por debajo de él se sitúa la mitad menos inteligente de la sociedad, y por encima la más inteligente, siendo su curva de distribución exactamente simétrica.
El cociente intelectual se investiga sometiendo al sujeto de experimentación a distintos tipos de tareas, ordenar conceptos, completar sucesiones de números, componer figuras geométricas, aprender de memoria listas de palabras, cambiar de posición determinadas figuras, etcétera. El test estándar es el Binet-Simon, para quien si en ese test alcanza una puntuación de ciento treinta es considerada una persona extraordinariamente inteligente, y si logra una puntuación de ciento cuarenta se halla en el umbral de la genialidad aunque hoy se prefiera hablar de personas superdotadas. Nada de esto me convence.
En términos generales, creo que los factores principales de la percepción de la inteligencia son la profundidad y originalidad de las ideas junto a la ausencia de errores en los razonamientos. Si bien hasta en los errores en los razonamientos tenemos que aceptar apriorísticamente el valor total del pensamiento socrático y de la lógica formal: dos factores convencionales que, por serlo, se pueden aceptar o rechazar. El pensamiento oriental más profundo y tradicional, por ejemplo, no se rige ni por el uno ni por la otra. El agua, por ejemplo, en ese pensamiento se considera más «fuerte» que la piedra…
Se admiten en términos generales las siguientes clases de inteligencia, por lo que deberíamos hablar de inteligencias múltiples: intrapersonal, interpersonal (inteligencia emocional), espiritual, inteligencia corporal, lógico-lingüística, lógico-matemática, abstracta, inductiva e inteligencia deductiva. Nadie puede alcanzar las máximas cotas en todas ellas. Lo único que podemos aspirar es a equilibrarlas.
Yo, por mi parte, y sin entrar en tecnicismos propios de los especialistas a los que no amo por serlo, entiendo que la inteligencia verdadera -no esas otras- es, sencillamente, una combinación armoniosa de aptitudes naturales, de aptitudes cultivadas y de una gran dosis de humildad. El referente principal, en el caso del ser humano individualmente considerado, está en la capacidad para vivir armoniosamente consigo mismo y con los demás, y en cuanto a ser social, en la capacidad para lograr la supervivencia de la especie a que pertenece en armonía con todas las vivientes.
Veamos. Si una persona que rige a un país o proyecta y realiza una obra constructiva o artística de gran ingenio no sabe gobernarse a sí misma: come, bebe, se droga desordenadamente o malbarata su vida sin beneficio moral de ningún congénere; o bien es presa de una soberbia inusitada e inútil, o maltrata a su familia o es incapaz de resolver una situación personal difícil y extrema, no será un ser inteligente aunque preste servicios materiales a la comunidad, que tendrán un dudosísimo interés, o pinte una asombrosa obra. Tendrá talento, será ingenioso o genial, pero no inteligente en sentido estricto ni comparado con seres inteligentes de otros mundos hipotéticos a los que situamos muy por encima de nosotros. Sigo refiriéndome a la inteligencia comparativa y situada en estadios inasequibles…
No es la aptitud de hacer operaciones complejas matemáticas o científicas; tampoco saber extraer rendimiento de la torpeza psicológica de los demás en provecho propio o de unos pocos; ni hablar o escribir concitando el fervor o la atención ocasional o duradera de muchos, como la inteligencia humana, comparada por ejemplo, con la de un chimpancé, se manifiesta y debe medirse. Un ser humano emplea apenas un 10% de su capacidad intelectiva, que es tanto como decir la craneal.
Que el ser humano utiliza solamente un 10% de su capacidad intelectual viene del fisiólogo francés Pierre Flourens y de Albert Einstein. El fisiólogo trabajaba con ratas de laboratorio para ver cómo se organizaba la información el el cerebro; descubrió que, si unas partes del cerebro eran dañadas, no traía grandes consecuencias y concluyó que muchas partes del cerebro no eran usadas. Lo que en realidad descubrió fue que las partes «sanas» aprenden a hacer el trabajo de las dañadas. Albert Einstein, por su parte, refiriéndose a las personas que no entendían su Teoría de la Relatividad, afirmó que era porque sólo usaban el 10% de su capacidad cerebral. Fuese en broma o en serio, aunque el porcentaje sea controvertible pues hay que saber y entender cuál sería el 100 por 100 y lo desconocemos, lo cierto es que el humano social nunca decide, entre distintas opciones, lo mejor en todos los órdenes a la vez: material, moral, personal y colectivo.
De modo que un salvaje sin cultura al uso, puede reunir características del inteligente aunque no se lo reconozca así un jurado condicionado por los propios módulos valorativos a que está sujeto y lo envuelve todo.
Vemos lo mal que marcha el mundo y las funestas consecuencias de la acumulación en la atmósfera de partículas infinitas por no haber previsto las naciones y sus rectores políticos e industriales que les dan la luz mental, ni haber estado al tanto de los efectos de la incesante e inacabable infinita polución a lo largo de la era industrial. ¿Tan difícil era prever que infinitas partículas lanzadas a la atmósfera durante un siglo habrían de causar un impacto irreversible en una biosfera finita?
¿Quién puede decir que el humano representativo o un millón de humanos operando en cada sociedad para dotarla de utillajes y artefactos dirigidos a proporcionarse al final sólo más molicie, es y son inteligentes cuando están todos juntos cavando la fosa de sus descendientes inmediatos? ¿Quién podrá afirmarlo cuando perdieron el norte de su propia interés en cuanto especie y atrofiaron el instinto de supervivencia sin destruir su propia casa?
El humano aislado, sobre todo el occidental, es torpe. Y aún más cuando se concierta con otros individuos. La inteligencia resultante está siempre al nivel del más incompetente. Y además, apenas puede sobrevivir por separado, sin estar protegido por el Estado y por las superestructuras de la sociedad. Sin esa protección es un majadero.
En fin, que lamento pertenecer a una especie viviente tan corta de inteligencia y de miras, sólo preocupada de procurarse comodidad y más velocidad mientras con dolce farniente devasta la Naturaleza y está destruyendo vertiginosamente su hogar y condenando a sus descendientes a una existencia horrorosa.

Brandada de bacalao
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Un comentario
Joaquin Gorreta
Aquí esta mi conocimiento para vuestra inteligencia
-Nacemos con el cerebro en blanco
-Funciona con las primeras sensaciones de la mano
La inteligencia del ser en su mano está
Mano= inteligencia divina, automática, autónoma,
Intuitiva y creativa.
Con un cuerpo cuidado a la perfección,
Automáticamente e intuitivamente, etc.
Cada movimiento de mano es pura
Matemática e inteligencia.
Con tu pensamiento puedes coger lo que quieras, cuanto quieras, y el tiempo que quieras, pero acuérdate de cerrarla
Eso es inteligencia.
Cuando no piensas funciona sola.
Nacemos con manos inteligentes y un cuerpo perfecto, nosotros lo hacemos deteriorar por falta de conocimientos hacia nosotros mismos.
Humanos adora tus manos, son todos tus sentidos, tu pasado, tu presente y tu destino
Ten presente que:
El humilde es sabio, y en inteligencia es superior al que no es humilde.
Crea la dulzura en ti, y alcanzaras maravillas en el universo.
COMO DESARROLLAR LA MÁXIMA INTELIGENCIA EN EL MÍNIMO TIEMPO
MOTO SCOOTER CONDUCCION INTELIGENTE
Necesario:
-Las tres primeras paradas hacer lo máximo para frenar lo mínimo y suave posible.
-Ya estas en tu moto, tu eres el profesor y tu eres el alumno.
-En la sensibilidad de tu mano esta tu inteligencia.
-Conseguirás tus máximos conocimientos
Hace 40 años la mano del hombre invento el vehiculo de su futuro, la primera scooter.
Hoy la tenéis en vuestra mano, y lo mejor vuestra inteligencia.
La Perfección existe, no lo dudéis
Que la Paz, el Amor y la Caridad, Reine un vuestro destino.
Atentamente
Joaquín 53 años