
Basta ya
La actualidad forma parte de los latidos de la información y sin ella no tendría sentido que nos sentásemos frente a los micrófonos o las pantallas de ordenador, pero hay veces donde ojala no hubieran noticias y tuviésemos que quedarnos callados.
Hoy mi palabra sólo busca en ustedes el sentimiento cómplice de hastío e indignación contra el terrorismo.
Escuchando el dolor de una esposa ya viuda, y la fortaleza de su rabia, cansada del miedo y rota por su obligada soledad, María Victoria Campos se presenta ante España.
No han vencido su silencio y su voz desgarrada consigue mantener el corazón de una nación en vilo. Ni una lágrima derramó su rostro mientras el nuestro se empapaba de su sufrimiento.
La valentía con la que reclamaba justicia debe recaer en aquellos que jugando a gobernar el mundo, olvidan que las víctimas no forman parte de su batalla.
Señor Zapatero, Señor Rajoy, Señor Ibarreche y demás señores y señoras que dan la cara, ¿Qué están haciendo?, ¿Acaso no ven que son utilizados sus argumentos como armas que se baten el duelo de las víctimas y no son nada útiles para su cese?
No soy yo quién debe dar soluciones, ni tampoco María Victoria, sino ustedes quienes deben dejar de pasear el luto de las víctimas de ETA para ganar elecciones.
No me importan las formas, sólo quiero enterrar en el fondo más profundo al terrorismo, para de esta manera podamos dejar de hacerlo con inocentes.
Hagan lo que tengan que hacer, unan su voz, y por una vez olviden su ombligo y miren en la misma dirección.
En sus manos está el poder, pues utilícenlo, si no saben hacerlo, asuman que se han confundido de profesión y dimitan.
Entiendo que el trasvase, las autonomías, y el día a día de un país no debe pararse por los extremistas, pero llegado a este extremo y a tantas redundancias, tal vez deberían planteárselo y darle al pause para llegar al fin.
No estamos jugando, y dudo que vuelva a hacerlo el pequeño Juan Manuel, hijo de la última víctima de ETA, ha perdido a su padre cuando aún ni siquiera tiene edad para entender la crueldad humana, ni tenía por qué entenderla.
Señores terroristas, lo de señores lo digo por llamarles de alguna manera ¿Acaso creen que sus ideas son suficientes para justificar una matanza?, ¿Consideran que el pueblo vasco es más vasco por albergar asesinos?, ¿creen que la libertad con la que se abanderan puede mantenerse con la sangre?
Saben que no, aunque lamentablemente hay que reconocer que si saben hacer daño.
Felicidades, deben descansar con el remordimiento tardío, o tal vez tienen la desgracia de ni siquiera sentirlo. Los animales salvajes son más humanos y dudo que si tienen alma, está descanse en la remota paz, que tanto deseamos y que nos arrebatáis por puro egocentrismo.
¿Acaso no habéis sido niños?, pido clemencia para entenderos, pero me agoto y además no me apetece.
¿No tuvisteis padres?, ¿o tenéis esposa o marido?
¿Por qué María Victoria tiene que ser testigo de vuestra ira?, ¿Qué hizo Juan Manuel Piñuel u otros tantos para qué le asesinarais?,
¿Acaso tenemos que pedir perdón todos los que luchamos por una profesión?,
¿Qué indignidad hay en ser guardia civil, concejal, policía, bombero o simplemente español?
Ni siquiera tenéis argumentos, sois hijos o nietos del tormento que supone no pensar, os han lavado el cerebro quiénes buscan notoriedad y vosotros, asesinos de medio pelo, sois la escoria de un pueblo que os rechaza y que pide justicia.
María Victoria se abraza a la cruz del mérito que le entregaron por quedarse sin marido, entiendo el simbolismo y que la realidad sin vuelta atrás tiene que agarrarse a la fe del consuelo.
Pero el mérito no es morir, ni que te maten, el mérito es saber frenar al asesino, encerrar a los culpables y exterminar a quién promueve el exterminio.
Desde el micrófono, queridos asesinos, os invito a la revancha dialéctica, no hay balas suficientes para matar mi palabra, por que en ella está la repulsa absoluta a cualquier tipo de terrorismo, y el rechazo a la cobardía de quienes sois tan ineptos que necesitáis las armas para tener argumentos.
Sólo actuáis en manada, ni siquiera tenéis el valor de dar la cara y os creéis rebeldes…
Siento lástima por vuestra inteligencia, porque ha debido lastimarse demasiado y tan sólo me queda el amparo de saber que en vuestros actos se esconde la estupidez permanente de la sin razón.
Buenas Noches y mi más sentido pésame.
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2 Comentarios
Pedro
QUE SABIAS PALABRAS, ROTUNDA, BASTA YA.
Montse
Diana, lo has clavado. Cuantas muertes hacen falta para empezaro reempezar a negociar. Señores y señoras del gobierno y de ETA. Este juego mata a personas, personas como vosotros. No somo moneda de cambio los ciudadanos de éste país.
Ojalá escuchasen más y matasen menos.